Thursday, March 30, 2006

Perros Callejeros


UN PROBLEMA CON COLA

Por: Mario Celis.

La defensa de los derechos animales es uno de los temas ambientales que hoy despierta mas entusiasmo y compromiso. Sus activistas, se han organizado con total independencia, luchando contra la incomprensión de quienes les consideran fanatizados por un tema menor. Se trata de organizaciones muy pequeñas, financiadas por el bolsillo de sus miembros, cuya enorme pasión, apenas logra contener la enorme problemática del abandono y maltrato animal existente en Chile, pero si constituye una suerte de conciencia que ladra en nuestro oído, para recordarnos que no somos los únicos seres con derechos vulnerables.

Junto con denunciar el maltrato de animales de circo, o el trafico ilegal de especies, han logrado introducir en los noticiarios, el tema de los perros abandonados y su exterminio masivo, generalmente en manos de instituciones del estado.
Desde la matanza de perros en la Moneda se ha generando un debate interesante sobre las soluciones éticas al problema y los recursos que implica. A pesar de ello, persiste una enorme insensibilidad estatal, que sigue abordando el problema de los perros abandonados como un asunto de salud pública, combatible mediante cualquier tipo de exterminio avalado por algún inescrupuloso veterinario.

Mientras algunos congresistas abogan por modificar la actual legislación, que tipifica el maltrato animal como delito, para rebajarlo a simple falta y sancionarlo con bajísimas multas, el proyecto de una nueva ley de maltrato animal, duerme en el congreso desde hace siete años.
Varios grupos proteccionistas denuncian que tras estas iniciativas, se asoma la clara intención de dar libertad a los servicios de salud para el exterminio de perros, incluso con crueles venenos como la estricnina .
En regiones la sobrepoblación canina también es una preocupación, en Valparaíso los perros callejeros se han transformado en una anti postal de la ciudad patrimonio de la humanidad, y cada cierto tiempo el municipio recurre a matanzas masivas como única política. Viña del Mar ha impuesto un empadronamiento y severas multas a quienes descuiden a sus regalones. Muchos exigen una solución drástica, y desconfían de la lenta efectividad de la educación y fiscalización .

Pero las autoridades necesitan entender que el exterminio solo disminuye momentáneamente la abundancia de perros callejeros y que un camino efectivo es la esterilización, complementada con programas fiscalizadores y educativos eficaces, que consideren el respeto por los animales como un valor social importante.
Solo en contados municipios nuestros quiltros mueven su cola entusiasmados, incipientes programas de esterilización, vacunación y educación en tenencia responsable de mascotas, los libran de la muerte y les dan la posibilidad de adopción en un hogar donde los quieran.
Es de esperar que estas iniciativas dejen de ser minoritarias. En la Región Metropolitana solo 11 comunas ofrecen estos servicios, que no son gratuitos, oscilan desde 4 mil a 12 000 pesos, y en muchos casos no son disponibles para vecinos de otras comunas que no cuentan con programas de este tipo.

Por su parte Las Condes, ostenta una envidiable solución, su novedosa tecnología de chips para ubicar mascotas perdidas parece demasiado difícil de implementar por municipios de menores recursos. Sin embargo una buena gestión, no requiere necesariamente de medidas tan sofisticadas. Comunas populosas como La Florida o Maipú, han creado programas permanentes de atención veterinaria, mientras que en La Pintána se fomenta una adopción responsable acorde con la realidad social de la comuna.
Esta claro que con un mejor enfoque, es posible romper la brecha entre perros pobres y perros acomodados, y construir ciudades donde nadie, ni siquiera los perros, vivan abandonados en las calles.